El pan es un alimento básico en muchas dietas alrededor del mundo. Su consumo varía significativamente según la región, destacándose países como Alemania y Chile por su alto consumo per cápita. En América Latina, sin embargo, se han detectado preocupaciones relacionadas con el uso de aditivos prohibidos que implican riesgos para la salud, como el bromato de potasio. Esta situación ha impulsado investigaciones para desarrollar productos panificables más saludables.
A medida que los consumidores demandan alimentos con menos aditivos químicos, la industria panadera busca nuevas materias primas y aditivos naturales. El enfoque en la investigación científica ha sido hacia el uso de enzimas como la lacasa, xilanasa y lipasa, para reemplazar los aditivos tradicionales y mejorar la calidad nutricional y sensorial de los panes.
Para la elaboración del pan fresco, se utilizaron ingredientes como harinas molidas en condiciones específicas y una serie de enzimas naturales. Las enzimas lacasa, xilanasa y lipasa fueron seleccionadas por su capacidad para modificar propiedades reológicas del pan, permitiendo obtener un producto sin aditivos químicos.
La metodología de producción consideró múltiples formulaciones, cada una variando en la combinación de ingredientes y enzimas para evaluar cómo estas impactan en el volumen, textura y color del pan. Se realizaron pruebas sensoriales con paneles de jueces no entrenados para determinar las preferencias de los consumidores.
El estudio reveló que la combinación de enzimas influye positivamente en las características físicas del pan, como el volumen y la textura de la miga. El uso de xilanasa, en particular, mejoró significativamente la extensibilidad de la masa, permitiendo una mayor retención de gas y un volumen de pan aumentado.
Aunque no se encontraron diferencias significativas en algunas características sensoriales comparado con los panes con aditivos químicos, los resultados mostraron una buena aceptación por el público, sugiriendo que los consumidores no perciben diferencias detractores en sabor o textura.
Durante el análisis sensorial, se pidió a los evaluadores identificar diferencias entre las muestras de pan. Aunque el análisis no reveló diferencias estadísticamente significativas en términos de preferencia, la formulación enzimática fue bien recibida. La mayoría de los jueces no pudo distinguir claramente entre el pan tradicional y el pan con enzimas naturales.
Para los usuarios sin conocimientos técnicos, el pan fresco elaborado con enzimas naturales ofrece una excelente opción para aquellos que buscan alternativas más saludables sin comprometer el sabor y la textura. A través del uso de lacasa, xilanasa y lipasa, se ha logrado mantener la calidad esperada de los productos tradicionales.
Para los expertos, las propiedades reológicas mejoradas del pan indican que el uso de estas enzimas puede ser una estrategia efectiva para reducir la dependencia de aditivos químicos. Los resultados de investigación son prometedores y abren la puerta a seguir explorando el uso de biotecnología en la producción alimentaria.
En conclusión, el enfoque hacia ingredientes naturales no solo satisface la demanda del consumidor por productos más saludables, sino que también mejora la sostenibilidad y reduce el impacto ambiental de la producción panadera. Descubre más sobre cómo el panadero rueda al rescate del desayuno perfecto en nuestra plataforma y explora la innovación en ingredientes en nuestras categorías de alimentos frescos.
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